Por esto es muy importante elegir bien la técnica quirúrgica, ya que de eso depende la durabilidad de la pérdida de peso en el tiempo, así como la resolución de las co-morbilidades. Igualmente, aún con las técnicas malabsortivas más agresivas, tampoco se puede dar nunca “un cheque en blanco” para poder cometer todo tipo de transgresiones alimenticias, ya que el fantasma de la reganancia de peso puede acechar en cualquier momento de la vida.

La CIRUGÍA DE REVISIÓN, cada vez estamos realizándola con más intensidad, debido a la proliferación de todo un conjunto de técnicas quirúrgicas o endoscópicas que actualmente se realizan y que muchas de ellas tienen unos muy altos porcentajes de recidiva. Cada año, incrementamos los porcentajes de fallos técnicos o de peso en muchas de las técnicas quirúrgicas habituales.

Reoperar a un paciente supone asumir el fracaso de la técnica previa, someter a una nueva intervención más agresiva al paciente, añadir nuevos costos económicos, y mayor morbimortalidad.

Las Reoperaciones no debe realizarlas cualquier cirujano, debido a su dificultad y complejidad y al tener que trabajar en campos ya manipulados previamente y con importantes cambios anatómicos sino Equipos que tengan una gran experiencia en Cirugía de la Obesidad y sobre todo aquellos que están acreditados como “CENTROS DE EXCELENCIA”, como es nuestro caso.

Como se han puesto miles y miles de balones en nuestro País sin ese criterio, más del 50% de los pacientes que hemos operado en nuestro Centro de Excelencia ya se habían colocado uno o varios Balones. Hace más compleja la operación de Bypass ya que produce intensas adherencias entre el estómago y el páncreas, debido al proceso inflamatorio que el balón produce con frecuencia sobre el estómago ( reacción a cuerpo extraño ). Sin criterio quirúrgico posterior, el 100% de los Balones colocados con obesidad mórbida previa, conducirán a una gran reganancia de peso unos meses después de su retirada.

En nuestra experiencia reciente, hemos reintervenido múltiples pacientes portadores del Método POSE o GE, algunos de ellos a tan solo 5 meses de su operación inicial. Muchos de ellos presentaban todo el estómago lleno de grapas o de nudos de las suturas internas que dificultan la realización del Bypass, pero todos ellos se encontraban en su peso previo o lo habían superado en muy corto plazo después de esta operación. En nuestra opinión, cerca del 100% de los pacientes con Obesidad severa a los que se les aplique dicha técnica, tendrán que reoperarse en un futuro próximo.

Fuimos los primeros en España en publicar la primera serie de pacientes obesos operados por laparoscopia. En 1998 ya las habíamos retirado todas o casi todas. Actualmente se considera que un 50-60% de los pacientes a quienes se les aplica una Banda Gástrica, va a reoperarse de nuevo en el futuro por reganancia de peso y otros muchas complicaciones (algunas muy graves o mortales), vinculadas a dicho procedimiento.

Reoperar a un paciente con banda, implica la retirada de la misma en primer lugar y el realizarle el Bypass de una Anastomosis, bien durante la misma intervención o bien en dos tiempos. Estas bandas se incrustan en el hígado, el estómago y a veces en la unión esófago-gástrica y requiere experiencia el retirarlas.

La reintervención es compleja porque hay que retirar todo ese material de sutura que es irreabsorbible y sobre un estómago muy fibrótico, realizar el Bypass de una Anastomosis. A veces hay que extirpar parte del estómago si previamente seccionaron los vasos cortos del bazo.

Actualmente es un procedimiento “de moda”, ya que resulta relativamente fácil para cualquier cirujano sin demasiada experiencia en Obesidad, pero que maneje la vía laparoscópica. Las complicaciones peri-operatorias si se producen, pueden ser muy graves o mortales.

Sin embargo los datos que tenemos a medio plazo, indican que se baja peso en el primer año ya que se come menos y se vomita más, pero a partir del segundo y tercer año el estómago se va distendiendo, el paciente come más cantidad y termina con un volumen similar al previo, y como el intestino sigue absorbiendo todo lo que le entra, comienza de nuevo una reganancia de peso progresiva y sin control.

A esto hay que añadirle el incremento del reflujo gastro-esofágico, que puede ser severo y otras complicaciones no menos graves, que obligan a la conversión a bypass gástrico u otras técnicas malabsortivas. En los escasos estudios publicados a cinco años, cerca del 50% ya se han reintervenido en ese plazo o están en proceso de ello. Convertirlo a un Bypass requiere de cirujanos muy expertos en Cirugía de la Obesidad.

Su reintervención de abierta a laparoscópica para Bypass de una Anastomosis, es muy compleja y solamente cirujanos muy expertos pueden ser capaces de realizarla con seguridad y sin complicaciones.

En general funciona bien durante los primeros años, pero con el paso del tiempo, el procedimiento se vuelve cada vez menos restrictivo y menos malabsortivo y actualmente se considera que más de un 30% de los pacientes sometidos a este modelo de Bypass precisan una reintervención para incrementar la malabsorción o actuar sobre el reservorio gástrico agrandado.

Algunos de nuestros pacientes que operamos en el pasado con esta técnica los tuvimos que reconvertir y en los últimos años, muchos operados en otros Centros, solicitan regularmente su conversión, ya que han vuelto a su peso previo o lo han superado con los años, al igual que han recuperado sus co-morbilidades. Actualmente con el acceso por laparoscopia, las posibilidades de reganancia de peso son mayores que cuando se realizaba esta técnica por vía abierta, de ahí su progresivo incremento en fallos.

La reconversión de bypass gástrico proximal a bypass gástrico distal o muy distal, requiere muy amplios conocimientos y experiencia para realizar con éxito estas reintervenciones.